Hay que reconocer que, desde los 80 y los 90, la traducción de películas en España ha mejorado muchísimo: ha ganado en calidad, atención al detalle, respeto a la cultura local y muchos otros aspectos que hacen que el público español sienta esas obras mucho más cercanas. La rama de la traducción que se encarga de esto es la traducción audiovisual, y, dentro de esta última, hay que contar con alguien formado que conozca los pormenores para la correcta implementación de subtítulos.
Más allá de saber adaptar las referencias y hacer el discurso más nuestro, hay que saber muy bien cómo sintetizar la información, encajar múltiples ideas en un espacio limitado en caracteres, respetar unos tiempos establecidos y, sobre todo, saber transmitir el diálogo relevante y eliminar lo innecesario para que la lectura de los subtítulos sea cómoda y el espectador no pierda detalle de la imagen. Si contactas conmigo para tu proyecto, creo que podría ser el principio de una hermosa amistad.